La contaminación de aguas subterráneas se produce por la migración de contaminantes hacia los acuíferos, los que alteran las propiedades fisicoquímicas de las aguas, perjudicando su calidad.
Por lo general, estos fenómenos de contaminación suelen tener un origen antrópico, es decir, son consecuencia de acciones humanas, aunque también hay causas de origen natural.
Efectos de la contaminación de aguas subterráneas
El agua subterránea tiene un importante rol en la naturaleza y sustenta muchos de los servicios que se derivan de su manifestación en manantiales, ríos, lagos y humedales.
También es esencial en muchas situaciones para atender las necesidades de agua de la humanidad de forma segura, barata y fiable, para usos urbanos, industriales y de riego.
Sin embargo, es un recurso limitado y también vulnerable, que debe ser gestionado para mantener los objetivos y tener controlados los efectos que derivan de su explotación. Esto significa que si no hay un control efectivo en la gestión, la contaminación de las aguas subterráneas puede producir diversos efectos negativos.
- Problema de salud por consumo.
- Afecta al desarrollo de actividades productivas.
- Impacto perjudicial en el medio ambiente.
Tipos de contaminación de aguas subterránea
- Natural: Los tipos y concentraciones de impurezas naturales (Magnesio, Calcio, Cloruros, entre otros) dependen de la naturaleza del material geológico a partir del cual se mueve el agua subterránea, y la calidad del agua de reposición. En esta categoría se encuentra la intrusión salina de acuíferos, la cual muchas veces se produce por la sobre explotación del recurso.
- Agrícola: Sustancias como pesticidas, fertilizantes, herbicidas y residuos de animales son fuentes de contaminación de aguas subterráneas de origen agrícola.
- Industrial: El sector industrial cuenta con altas demandas de agua de enfriamiento, de proceso y agua con fines de limpieza. La contaminación de estas ocurre cuando el agua usada se devuelve a ciclo hidrológico sin el tratamiento adecuado.
- Residencial: En el caso de los sistemas de aguas residenciales, existe una gran cantidad de contaminantes como bacterias, virus, nitratos, materia orgánica y residuos humanos, lo que pueden afectar la calidad del agua.
Cómo evitar o reducir contaminación de aguas subterráneas
El bombeo y tratamiento es una de las técnicas de descontaminación más habituales para la remediación de aguas subterráneas afectadas, técnica que puede complementarse con la inyección de agua y agentes que favorezcan la movilización de los contaminantes.
Para preservar los acuíferos libres de contaminación es necesario contar con estudios detallados que permitan conocerlos mejor y establecer una red de observación de calidad y cantidad del recurso, con el objetivo de garantizar un suministro eficiente de agua subterránea en buen estado.
En este sentido, una mala gestión hidráulica puede significar un aumento de los costos económicos y ambientales, por lo que es necesario contar con una legislación que proteja la calidad del agua subterránea, con una gestión responsable del recurso y un adecuado control de las posibles fuentes de contaminación.
Actualmente existe tecnología adecuada para predecir y valorar los efectos hídricos de la explotación de los acuíferos a través de modelos de flujo y transporte con los que se pueden hacer previsiones que se deben actualizar periódicamente. En definitiva, una explotación consciente tiene que tener en cuenta la necesidad de realizar un control adecuado de la evolución de niveles, flujo y calidad química del agua subterránea.
Fuentes: Younger 2007; Custodio 2001, 2005; Llamas y Martínez-Santos 2005.