El problema de la intrusión salina ha ocurrido hasta cierto punto, en muchos de los acuíferos costeros de nuestro país.
Dado que el agua salada no se puede utilizar para algunos procesos productivos, regar cultivos ni ser consumida por las personas, la intrusión de agua salada puede ser muy problemática para las comunidades costeras que dependen del suministro de agua dulce subterránea para su sustento.
El bombeo excesivo de este recurso, el aumento del nivel del mar, entre otros factores, contribuyen a la invasión del agua de mar en los suministros de agua subterránea dulce.
Es por esto que un conocimiento acabado del sistema y un plan de explotación sustentable, permitirán definir estrategias de gestión adecuadas para proteger a todos los usuarios y sus fuentes de agua.
El panorama actual
Actualmente, más del 30% del agua para consumo humano y cerca del 43% del agua para riego y producción de alimentos a nivel mundial corresponde a aguas subterráneas (Centro Internacional de Evaluación de Recursos de Aguas Subterráneas, IGRAC).
En Chile, el agua subterránea juega un rol relevante para la población, la economía y el medio ambiente; sin embargo, la información disponible para comprender su funcionamiento y evaluar sus reservas parece ser escasa.
El problema de esta falta de información es que muchas veces las acciones de mitigación o remediación llegan demasiado tarde o bien su costo es altísimo.
Un ejemplo claro de esto es el fenómeno de la intrusión salina en acuíferos costeros, el que genera una serie de efectos indeseables, como la inutilización definitiva del acuífero, si no es detectada a tiempo.
El problema de la intrusión salina
La intrusión salina es un fenómeno que tiene lugar en los acuíferos costeros, donde el agua salada de mar se encuentra en contacto directo con el agua dulce del acuífero costero a través de una interfaz.
Esto supone que el agua salada procedente del mar fluye hacia el subsuelo continental, desplazando u ocupando el volumen correspondiente al agua dulce.
Esta penetración del agua salada tiene como resultado la contaminación de agua dulce.
Por el contrario, el proceso de salinización se detiene cuando la columna de agua dulce se hace mayor, la presión aumenta y consigue igualar a la intrusión del agua de mar, quedando el sistema en un nuevo equilibrio de la interfaz salina.
El estudio del problema de la intrusión salina toma vital importancia en nuestro país, considerando los más de 6435 kilómetros lineales de costa, los cuales no han sido objeto de profundos y detallados estudios.
En países como el nuestro, en el que gran parte del desarrollo económico-social se asienta en zonas costeras, existe un alto riesgo de que el aumento de la demanda por el recurso hídrico subterráneo permita el desplazamiento de la cuña salina, provocando la intrusión de agua salada a los acuíferos y, como consecuencia, disminuya la disponibilidad de agua potable..
Sin embargo, el aumento de la demanda no es el único factor que influye en el proceso de salinización.
Por qué se produce la intrusión salina
- Aumento de la demanda del agua subterránea (bombeo de agua dulce de los acuíferos).
- Deficiencias en la construcción y operación de la extracción de agua dulce.
- Aumento en el nivel medio del mar provocado por el cambio climático y el calentamiento global.
- La sobreexplotación de acuíferos costeros.
- Cambios en los mecanismos de recarga también provocado por el cambio climático y el calentamiento global.
Del mismo modo, la salinización del acuífero costero puede estar atribuida también a sedimentos marinos parcialmente lavados dentro o en zonas aledañas al acuífero, desplazamiento de agua salada atrapada en formaciones profundas, infiltración de aguas salobres desde estuarios o fuentes superficiales, entre otros.
A esto podemos agregar que, una mezcla de agua dulce con 2% de agua salada la hace no apta para consumo humano y que la proximidad de los pozos a la línea de costa aumenta la probabilidad de salinización por agua marina.
Los efectos indeseables de la intrusión salina
Entre los efectos indeseables se destacan:
- Áreas del acuífero inutilizadas por elevada salinidad.
- Abandono de puntos de captación de agua subterránea.
- Necesidad de buscar nuevas fuentes de explotación.
- Ascenso posterior de niveles freáticos con problemas de inundación de sótanos de edificaciones cercanas a la línea de costa, entre otras.
En lo posible se debe evitar la ocurrencia de la intrusión salina, ya que la recuperación de los acuíferos puede ser muy costosa, además de considerar tiempos de remediación a una escala decadal.
No obstante, existen diversas metodologías para lograr la recuperación de las áreas afectadas.
Entre estas se destacan la construcción de barreras físicas en la línea de costa; implementación de barreras hidráulicas de inyección; recarga artificial, reducción de los volúmenes de explotación de agua subterránea; reubicación de los pozos de explotación y depresión de la cuña salina por bombeo.
Qué podemos hacer frente a la intrusión salina
La determinación de la masa de agua salina en un acuífero costero es extremadamente compleja debido a la necesidad de estudios hidrogeológicos, así como mediciones específicas de los niveles de salinidad en diferentes puntos del acuífero.
De la misma manera, los procesos de contaminación inducida por sobreexplotación de los acuíferos costeros o por el aumento de los niveles del mar, requieren de estudios característicos que involucran trabajo de campo (muestreos y perforaciones) y el uso de modelos numéricos, como herramienta para la toma de decisiones.
Lo anterior, no solo permitirá el análisis de la situación actual y comprensión del fenómeno, sino la evaluación de posibles escenarios futuros que incorporen variables antropogénicas y recursos naturales, como el cambio climático, el crecimiento demográfico y el desarrollo turístico.
Todo esto podría contribuir definitivamente al diseño de estrategias sostenibles para mitigar y controlar los procesos de intrusión salina.