El concepto «vulnerabilidad de los acuíferos» ha sido ampliamente utilizado por investigadores y legisladores con el objetivo de proteger las aguas subterráneas de la contaminación.
En concordancia, este término se usa para medir la susceptibilidad de un acuífero a verse afectado negativamente por una carga contaminante impuesta desde la superficie terrestre (Foster, 2013).
Asimismo, el profesor Fidel Ribera define la vulnerabilidad de las aguas subterráneas como la facilidad que tiene un acuífero para hacer frente a los impactos de origen natural o antrópico.
En otras palabras, este concepto se basa en la siguiente pregunta: ¿pueden los eventuales contaminantes moverse y llegar fácilmente a las aguas subterráneas?
Qué determina la vulnerabilidad de un acuífero
Entendemos que la categoría de vulnerabilidad asignada a un sitio o área se basa en la relativa facilidad con la que el agua que se infiltra y los posibles contaminantes pueden llegar a las aguas subterráneas.
Como todas las aguas subterráneas están conectadas hidrológicamente a la superficie terrestre, es la eficacia de esta conexión la que determinará la vulnerabilidad relativa a la contaminación.
Esto quiere decir que la vulnerabilidad de las aguas subterráneas dependerá de las características geológicas e hidrogeológicas intrínsecas de un área.
Por lo tanto, se considera que los acuíferos que reciben agua (y contaminantes) desde la superficie de manera fácil y rápida son más vulnerables que aquellos que la reciben más lentamente y, en consecuencia, en menor cantidad.
Además, cuanto más lento sea el movimiento y más larga la trayectoria que recorre el agua y los contaminantes superficiales hacia el acuífero, mayor será el potencial de atenuación de muchos de estos contaminantes.
Tipos de vulnerabilidad en los acuíferos
Desde el punto de vista hidrogeológico, la vulnerabilidad de un acuífero puede clasificarse en natural y específica:
- Natural o intrínseca: Se define como la suma de sus características o atributos (características geológicas del acuífero e hidrogeológicas) que controlan la aptitud del acuífero para hacer frente a un impacto indeterminado y su capacidad de auto restauración (Vrba y Zaporozec, 1994).
- Específica: Los mismos autores la definen como la aptitud del acuífero para hacer frente a un tipo de contaminante o impacto en concreto, dentro de su contexto coyuntural y socioeconómico. Por lo tanto, a diferencia de la vulnerabilidad natural, los parámetros que la miden están definidos por el impacto.
Para qué sirve el concepto de vulnerabilidad
El principal objetivo de evaluar y conocer la vulnerabilidad de un acuífero es identificar su sensibilidad a la contaminación. Posteriormente, priorizar las medidas de protección de las aguas subterráneas, para dirigir los recursos de investigación, cuidado y monitoreo de los puntos más vulnerables.
Este enfoque permite conocer las causas fundamentales que conducen a la contaminación de los sistemas de aguas subterráneas y representarlas en mapas temáticos a escalas diversas.
Dichos mapas dividen el territorio y permiten definir la “aptitud” de una u otra zona para una determinada actividad. Es decir, son mapas que definen usos u objetivos muy concretos.
El concepto de vulnerabilidad de los acuíferos también puede ser utilizado para evaluar las diferentes alternativas de trazado y ubicación de proyectos inmobiliarios, energéticos y de obras civiles en general.
Ley sobre Bases Generales del Medio Ambiente (Ley 19.300)
A partir de lo señalado en la Ley 19.300 sobre Bases Generales del Medio Ambiente y el Reglamento para la Dictación de Normas de Calidad Ambiental y de Emisión, Chile ha desarrollado una serie de normas relacionadas con los recursos hídricos.
Es así como en el año 2002 se publica la Norma de Emisión de Residuos Líquidos a Aguas Subterráneas (Decreto Supremo N°46), cuyo objetivo es prevenir la contaminación de las aguas subterráneas, mediante el control de la disposición de los residuos líquidos que se infiltran desde la superficie al acuífero(s) y proteger la calidad ambiental de las aguas subterráneas.
Dado lo anterior, la Dirección General de Aguas (DGA), dando cumplimiento a lo establecido en el Decreto Supremo Nº46, y velando por mantener la calidad medioambiental de las aguas, decide aplicar el método de estimación de vulnerabilidad denominado BGR-modificado.
El Método BGR – Modificado para la estimación de vulnerabilidad
Esta metodología fue desarrollada originalmente en Alemania para evaluar situaciones de recargas por lluvia. Posteriormente, fue modificado por la DGA para que pueda ser aplicado a infiltraciones desde la superficie y estimar así la vulnerabilidad de los acuíferos.
Básicamente, este método se basa en asignar puntajes a los diversos parámetros, como la tasa de percolación o recarga, el tipo de roca y el espesor de la zona no Saturada, los que mediante una fórmula se traducen en un puntaje total que indica el grado de protección del acuífero bajo las condiciones de infiltración.
Finalmente, este puntaje se correlaciona a través de una tabla con la vulnerabilidad del acuífero, teniendo que una alta protección del acuífero equivale a una vulnerabilidad baja del mismo.
El agua subterránea es un importante recurso natural y una vez contaminada es muy costosa su remediación y en algunos casos, imposible de realizar dentro de un tiempo razonable. (Mackay y Cherry, 1989, Haley et al., 1991).
Por esto, la importancia de evaluar la vulnerabilidad de las aguas subterráneas radica en brindar herramientas significativas para identificar áreas que tienen más probabilidades de contaminarse y así planificar diferentes actividades humanas sin afectarlas.